El camino dirigido y reglado de la enseñanza, desde los primeros años de educación primaria, hasta la finalización del bachillerato, crea un salto al vacío a veces vertiginoso cuando nos enfrentamos al momento de decidir qué carrera profesional estudiar. Tras casi veinte años de nuestra vida con una guía que seguir en el marco de la formación, tenemos la independencia y al mismo tiempo la autonomía para escoger aquello en lo que queremos desarrollarnos.
El profesor de Psicología en Harvard, Tal Ben-Shahar, nos regala en sus intervenciones un consejo que aplicar en nuestras decisiones del día a día y que podemos poner también en práctica a la hora de orientar nuestra carrera profesional. Cuando afrontamos una situación ante la que tenemos que realizar una elección, es importante reflexionar sobre si aquello que vamos a escoger encaja realmente con nosotros y, para ello, podemos apoyarnos en las siguientes tres preguntas:
- ¿Es importante para mí?
- ¿Me gusta?
- ¿Se me da bien?
Las motivaciones que nos impulsan a decantarnos por un camino o por otro son diferentes y no siempre estos tres ejes confluyen simultáneamente. A lo largo de nuestra vida, realizamos cosas que son relevantes para nosotros por cómo impactan en nuestra manera de entender el mundo. Algunas de ellas, nos satisfacen y nos generan emociones positivas, nos gustan. Además, somos capaces de detectar aquellas en las que somos buenos, las que se nos dan mejor.
Escoger una formación basándonos únicamente en la empleabilidad presente sería una decisión incompleta. Las profesiones del futuro están en proceso de definición y muchas de las actuales carreras están sufriendo reformulaciones para adaptarse a todos los cambios actuales constantes que impactan en el mercado laboral. Por ello, no perder de vista estos tres ejes puede ayudarnos a vivir el camino de nuestro desarrollo profesional de un modo más completo, eficiente y coherente con nosotros mismos.
Busca algo que valores, una profesión que sea importante para ti, que consideres significativa. Analiza tus principales cualidades e identifica tus puntos fuertes, ¿en qué eres bueno? Y, sobre todo, escoge aquellas actividades dentro de la misma que te entusiasmen, que te generen bienestar emocional y satisfacción personal.
¡A por todas en la búsqueda del camino profesional que más encaje contigo!